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Venezuela desarrolla agenda de investigación para contener la infodemia y la desinformación

 

 

 

El Gobierno Bolivariano trabaja arduamente junto a psicólogos, psicólogas, comunicadores, docentes y otros especialistas para atender integralmente la salud mental de la población, especialmente de niños, niñas y jóvenes, que están constantemente sometidos a una gran carga de emociones propiciadas desde las redes sociales, mediante campañas de infodemia, desinformación, que potencian epidemias de ansiedad y depresión.

La vicepresidenta sectorial de Ciencia, Tecnología y Salud, Gabriela Jiménez Ramírez, expuso este tema desde su cuenta en Telegram, con el titulo “La generación dopamina”, para generar reflexiones sobre el impacto que tiene en la salud humana el disparo de los niveles de este neurotransmisor.

Al respecto escribió: “Una gran dosis de dopamina vendrá a través de los mensajes, likes, visualizaciones, alcance e interacciones entrantes; al principio puede no parecer delicado, hasta que poco a poco se convierte en una adicción”.

Expresó que el presidente de la República, Nicolás Maduro Moros “ha dedicado especial atención para estudiar y establecer estrategias para la Infodemia, la Desinformación (intencionada) y la Epidemia de Ansiedad y Depresión que está causando las RRSS en la sociedad actual, ademas de los efectos de la digitalización de la vida cotidiana”.

Agregó que estas acciones están inscritas en la Agenda de Investigación que desarrolla la Gran Misión Ciencia, Tecnología e Innovación “Dr. Humberto Fernández – Morán”.

Precisó que esto ocurre desde el sistema dopaminérgico, que conecta una red neuronal y emplea a la dopamina como neurotransmisor.

“La dopamina desempeña un papel crucial en la regulación de nuestras emociones, motivación y recompensa. Cuando estamos expuestos a estímulos gratificantes, como recibir una notificación en las redes sociales, se activa el sistema de recompensa en el cerebro, liberando dopamina y generando una sensación de placer y satisfacción”, explicó.

Precisó que una serie de investigaciones determinaron cómo el uso de las redes sociales activa este sistema, generando múltiples comportamientos en las personas.

“Un estudio publicado en 2020 por Lin et al. encontró que la frecuencia de uso de las redes sociales se correlacionaba positivamente con los niveles de dopamina en el cerebro. Los participantes del estudio que informaron un mayor uso de las redes sociales mostraron una mayor activación de las regiones cerebrales asociadas con la recompensa y la motivación”, mencionó la vicepresidenta sectorial.

Indica que esta situación está provocando que los más jóvenes establezcan relaciones superfluas, “atravesando los túneles de la soledad y la comparación, es parte de las consecuencias psicoemocionales del modelo de las RRSS a la sociedad”.

Redes sociales y adicción

Durante su exposición, la vicepresidenta sectorial de Ciencia, Tecnología y Salud, Gabriela Jiménez Ramírez, manifestó que las redes sociales están muy arraigadas en la sociedad, al punto de generar “una demanda de atención, bombardeo de «información», lo que perpetúa una mentalidad adictiva”.

Precisó que los usuarios y usuarias de las redes sociales, especialmente los jóvenes, buscan constantemente “gratificación instantánea”, que también provoca “un círculo vicioso de ansiedad, soledad y depresión debido a la falta de recepción de la recompensa ‘virtual’”.

Otro efecto asociado a las redes sociales es la distorsión de la imagen propia, “y, si bien las plataformas de redes sociales nos ayudan a conectarnos, también pueden, irónicamente, hacernos sentir aislados, reducir nuestra confianza en nosotros mismos y disminuir nuestra sensación general de bienestar”, expresó.

Establecer límites para sanar

La publicación de la también ministra del Poder Popular para Ciencia y Tecnología, Gabriela Jiménez Ramírez, está acompañada de recomendaciones para proteger la salud mental en esta época digital.

“Dado que las plataformas de comunicación e información han evolucionado tan rápidamente durante la última década, existe la necesidad de establecer límites entre lo que es beneficioso y lo que es potencialmente perjudicial para nuestra salud mental. Si bien las empresas de redes sociales deberían desempeñar un papel en la mitigación del comportamiento adictivo de las redes sociales, también parecería contradictorio con el modelo comercial general. El modelo civilizatorio y económico tiene responsabilidades reales ante la Epidemia de Ansiedad y Depresión del siglo XXI”.

Invitó a los maestros, tutores y familiares a “estar atentos a la atención médica y la orientación, para desempeñar un papel en la enseñanza y capacitación de las personas sobre cómo administrar su consumo de redes sociales. Disponer siempre fuentes oficiales de información. Este problema multifacético requiere un enfoque multidisciplinario y la sensibilidad oportuna”.

 

Oficina de Gestión Comunicacional del Ministerio del Poder Popular para Ciencia y Tecnología / Periodista: Vanessa Gutiérrez.